Adiós, amigos.
La travesía ha concluido y nos sentimos satisfechos de haber podido encontrarnos con tantos compatriotas en el camino. Conocimos y nos emocionamos con sus historias. A nadie le fue fácil llegar a esta especie de tierra prometida llamada Estados Unidos, algunos la pasaron mal y sufrieron hasta el límite de lo soportable: caminaron durante días por el desierto, fueron estafados, secuestrados, muchas veces humillados o rechazados. Pero jamás perdieron la fe.
Por eso muchos hoy son empresarios exitosos, otros tienen una gran posición simplemente por el hecho de tener un trabajo digno que les permite vivir bien y además ayudar "a los que se quedaron". También encontramos, es cierto, otros que se quieren volver. Algunos porque extrañan a sus familias y otros porque aquí no encontraron su paraíso.
A los de New York y New Jersey. A la gran comunidad de Maryland, Washington DC y Virginia. A los incansables compatriotas de Raleigh y Charlotte. A los entusiastas de Knoxville, Nashville y Durham. A los tenaces emprendedores de Dallas. A los entrañables amigos de la acogedora Oklahoma City. A la multitudinaria colonia de Las Vegas. A los hermanos de la vasta Los Ángeles.
A todos ellos muchas gracias por compartir sus historias y sus testimonios. También a nuestros patrocinadores: boquitas Diana, lubricantes Citgo, Digicel, Tribunal Supremo Electoral, Radios XYX y Scan, y -por supuesto- Nissan Tiida, el vehículo que soportó sin un solo problema más de 6,200 kilómetros.
Hasta la próxima.

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